Al alquilar un coche, es crucial conocer el concepto de negligencia y cómo puede afectar a la cobertura del seguro. La negligencia al conducir un coche de alquiler, como conducir bajo los efectos del alcohol o hacer caso omiso de las normas de tráfico, puede acarrear graves consecuencias. En este blog, exploraremos qué es una negligencia, por qué la cobertura del seguro puede no aplicarse en algunos casos y los factores importantes que debe tener en cuenta al alquilar un coche.
La negligencia en el alquiler de coches se refiere a la falta de cuidado y responsabilidad adecuados al conducir un vehículo de alquiler. Esto incluye acciones que te ponen en peligro a ti, a otros o al coche de alquiler. Algunos ejemplos comunes de negligencia incluyen:
- Conducir bajo los efectos del alcohol
- Exceso de velocidad aumenta significativamente el riesgo de accidentes y también se clasifica como negligencia.
- Conducción distraída como utilizar el teléfono móvil mientras se conduce, ajustar el asiento o realizar otras actividades que te distraigan.
- Ignorar las leyes de tráfico o señales
Las compañías de alquiler de coches ofrecen un seguro a todo riesgo para cubrir los gastos en caso de accidente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los seguros no suelen ofrecer cobertura en casos de negligencia grave. Esto significa que si se tiene un comportamiento negligente que provoque un accidente o daños, el responsable de cubrir los gastos es el propio conductor.
Aunque algunas formas de negligencia, como la conducción bajo los efectos del alcohol, se aplican tanto a los vehículos de alquiler como a los personales, existen consideraciones específicas cuando se alquila un coche:
- Pérdida de llaves: Perder o que te roben las llaves del coche de alquiler puede considerarse negligencia
Incumplimiento del contrato de alquiler: El incumplimiento de los términos y condiciones de su contrato de alquiler, como no presentar el informe policial requerido, también puede clasificarse como negligencia grave. No respetar las revisiones para el mantenimiento del vehículo, al no avisar al operador. Algunos como por ejemplo son:
- Llantas que presenten corrosión o falta de reparación por no tener el mantenimiento al día.
- La ausencia de tuercas y llaves antirrobo y no dar parte.
- Cristales o luces rotos y no avisar.
- Grietas o marcas en las luces que impidan el correcto funcionamiento de la luz.
- Cristales tintados no originales, lámina adhesiva no reglamentaria o mal instalada por tu cuenta y no avisar al operador.
- Instalación de vidrios no homologados en sitios no oficiales.
- Neumáticos de distinto tipo montados en el mismo eje.
- Quemaduras en la tapicería o asientos.
- Cortes y desgarros en asientos, moquetas o salpicadero.
- Manchas que requieran productos especiales para su limpieza.
- Olores desagradables que requieran de limpieza especializada para ser eliminados
En conclusión, entender la negligencia y sus consecuencias en el alquiler de coches es esencial para todos los arrendatarios. Sea consciente de sus responsabilidades, respete las leyes de tráfico y cumpla el contrato de alquiler para garantizar una experiencia de alquiler segura y sin problemas.