La Guardia Civil ha comenzado a realizar controles de combustible en las carreteras españolas. Esta medida busca evitar el fraude y garantizar que los conductores usen el tipo de combustible adecuado en sus vehículos. La sanción por esta infracción puede ser elevada, alcanzando hasta los 12.000 euros.
El objetivo principal de estos controles es evitar el uso de combustibles no autorizados, como el gasóleo agrícola, que es más barato y algunas personas lo usan de manera ilegal en vehículos normales. Con la implementación de normativas más estrictas, las autoridades buscan garantizar que los vehículos usen los combustibles adecuados, conforme a los requisitos medioambientales y fiscales establecidos.
Los agentes comprueban si el combustible en el depósito de tu coche es el correcto. Si encuentran que estás usando un combustible no permitido o alterado, te multarán. La forma que descubren que usas el inadecuado es debido a que, en las estaciones de servicio, se incorporan al gasóleo B trazadores y colorantes rojizos para distinguirlo del diésel común, de ahí proviene el nombre de “carburante rojo”. Esta medida facilita la identificación de un vehículo que ha utilizado este tipo de combustible. Debido a la persistencia de estos aditivos, el color puede quedar impregnado en el depósito y las tuberías del vehículo, incluso después de haber repostado diésel convencional.
Las multas pueden ser muy altas, llegando hasta 12.000 euros en algunos casos. Además, si el fraude es grave, podrían inmovilizar tu coche hasta que se resuelva la situación.
Para evitar problemas, asegúrate de utilizar siempre el combustible correcto para tu coche. Si no estás seguro, consulta el manual de tu vehículo o en la tapa de combustible habrá una etiqueta con el tipo de combustible que usa.